El verdadero amor por los animales

Animales con discapacidad

El hombre puede medir el valor de su propia alma en la mirada agradecida que le dirija un animal al cual ha socorrido.

-Platón

La mayoría de los animales con discapacidad son abandonados por sus dueños o destinados a la eutanasia.

Es verdad que una persona que realmente ama a su mascota hará todo lo posible por mantenerla feliz, sana y brindarle las atenciones necesarias. Este es el caso de todos aquellos que aman tanto a los animales que están dispuestos a sacrificar tiempo, esfuerzo y dinero con tal de ofrecerles una mejor calidad de vida a estos seres que también aman, sufren y tienen un enorme deseo de vivir.

Y es que como bien dijo Hipócrates: El alma es la misma en todas las criaturas vivientes, aunque el cuerpo de cada uno sea diferente.

Tal y como sucede con las personas, los animales también son propensos a tener discapacidades, ya sea originadas por algún accidente, una enfermedad e incluso causas genéticas. Cuando los animales tienen estas características difícilmente los dueños siguen sintiendo el deseo de hacerse cargo de ellos. Esta irresponsabilidad es bastante común, si incluso a veces estando el animal sano es desechado por falta de espacio, o por simple aburrimiento como si se tratase de un juguete, ¿qué se puede esperar de estas personas cuando el cuidado y estado de salud de su mascota se complica?

Las discapacidades más comunes en las mascotas son la ceguera, el tripie y la invalidez parcial. Esto les imposibilita o dificulta desplazarse con normalidad y la gente suele percibirlo como una carga con la que pocas veces están dispuestas a hacerse responsables debido a los cuidados especiales que implican, sin embargo, existen aquellos amantes de los animales que están dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos por ayudar y darle voz a estos seres que no pueden expresar con palabras lo que sienten o lo que piensan.

Mejor duérmalo

Independientemente de que se trate de tu mascota o de algún animal que hayas encontrado herido, al llevarlo al veterinario es muy probable que la primera cosa que te digan es: “mejor hay que dormirlo para que no sufra”. Se trate de veterinarios o no, parece ser que percibieran al animal como si estuviera roto y por lo tanto ya no tuviese caso esforzarse por mantenerlo con vida. La frase “ya no podrá caminar, mejor hay que dormirlo” es equivalente a “ya no sirve, está roto”.

Comúnmente se cree que estos animales sufrirán y que por lo tanto es mejor dormirlos porque inconscientemente nos proyectamos pensando que si a nosotros nos pasara eso, sufriríamos o preferiríamos estar muertos. Tal como con las personas, los animales tienen el deseo de vivir y después de pasar por el proceso de recuperación, con ayuda médica y técnica pueden mejorar y se pueden adaptar al cambio. Es irónico como esta frase es tan frecuentemente usada por los veterinarios que en la mayoría de los casos ni siquiera llegan a esta conclusión a partir de un estudio más profundo que demuestre que el animal sufrirá, que no podrá caminar, ver o escuchar jamás. De personas especializadas, dedicadas a la ayuda y servicio de salud de los animales se esperaría mayor empatía o sensibilidad por la naturaleza de su oficio. Algunas personas sugieren la eutanasia porque consideran que eso es mejor a que el dueño después abandone a la mascota aún con la discapacidad. Obviamente no todos los casos son iguales, pero estoy segura de que si te asesoras, eres consciente de la responsabilidad que implica y estás dispuesto a llevarla a cabo, podrás mantenerla a tu lado y brindarle una mejor calidad de vida. Verás como el animalito corre, juega y no se deprime como suele pasar con algunos seres humanos.

La discriminación aquí también existe

Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales.

-Immanuel Kant

Cuando un animal tiene una discapacidad se incrementan las probabilidades de no ser adoptado o comprado, y es que como ya se mencionó anteriormente, la gente lo relaciona con algo roto y la complejidad de atenderlos. Es verdad que no todos tienen los recursos o tiempo necesarios para atender a una mascota que evidentemente requiere cuidados y atención más específica, pero lo imperdonable es que aún teniendo los recursos se tome la decisión de sacrificar a ese ser vivo que te ama, con tal de no querer “complicarse la vida”. Las personas suelen preferir un perrito que corre y brinca como lo haría cualquier otro, pero esto no quiere decir que de uno que no lo haga con normalidad, disminuya o afecte el amor que tiene hacia ti.

Hombre sin hogar cuidando a su perro.

Recuerda que tener mascotas conlleva a la responsabilidad. Tener una mascota siempre implicará dinero, tiempo y esfuerzo y aún más cuando se trata de una con estas características, por eso si no te puedes hacer cargo de una mascota, mejor no tengas una. Son seres vivos que también se encariñan, sufren cuando se les abandona y no alcanzan a comprender por qué les hicieron eso.

Frases como “es que ya no tengo tiempo”, “me voy a mudar a un lugar más pequeño”, “es que se comió al canario” o “destruye todo lo que ve”, suelen ser los pretextos más usados cuando ya no quieren hacerse cargo de sus mascotas.

Antes de actuar impulsado por los motivos egoístas que tengas para comprar o adoptar una mascota, piensa si realmente la deseas y si le podrás dar el amor y atención que necesita. No son objetos, no son "regalos", son seres con vida. Recuerda que ellos son como niños eternos que no actúan por malicia, sino por instinto. No razonan de la misma forma que tú, tú eres el humano racional, actúa y piensa como tal.

No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo.

-Mahatma Gandhi